Por: Fernando Salinas // foto: Instagram
Durante esta madrugada (en territorio mexicano) hemos sido testigos del retorno de Red Bull, el apabullante regreso de Max Verstappen ha disipado las dudas que despertó el pasado Premio de Singapur, en el que distintos medios pronosticaban el fin de su reinado tras la actualización de las directivas técnicas en alerones y piso de los monoplazas.
Con una ventaja de 15 segundos sobre el británico Lando Norris, Verstappen manda a callar a todos ellos con resultados en la pista. Y no es para menos. Desde que Checo Pérez dejó de ser competencia para Verstappen surgen las dudas sobre si la construcción y montaje del RB19 es igual en ambos lados del garaje. Una conspiración potenciada por canales de Youtube, TikTok y demás redes sociales que viven de la desinformación y se aprovechan de aquellos que poco saben de automovilismo o que mínimo, carecen de la curiosidad por explorar más allá de lo que les dicen.
Si el auto fuese el problema es un asunto que la FIA fácilmente podría detectar en las constantes revisiones que se hacen sobre los monoplazas, los rumores dentro del Paddock serían insostenibles y todo saldría a la luz tarde o temprano.
Desde hace algún tiempo se sabe que ambos coches se han moldeado al estilo de Max, el cual tiende mucho al subviraje, un estilo que Checo reconoce no es su fuerte. Es como si un diestro intentase ocupar la mano izquierda todo el tiempo; una situación incómoda. Desde ahí podemos mencionar cuestiones extras como las ocurridas ayer en Suzuka: la temperatura incorrecta de los neumáticos y una baja tracción provocando su DNF hacen que no termine de cuajar su estrategia. No fue el día para Checo y se ve obligado a demostrar más de lo que ha entregado. Así son las cosas cuando se está en la mejor categoría del automovilismo. Dar más del 110%.
Gracias a los puntos obtenidos por Verstappen (26) Red Bull se convirtió en bi campeón del mundial de constructores de forma consecutiva, con más de 600 puntos obtenidos hasta ahora. El neerlandés al contrario de Checo, vive su renacimiento con suma felicidad, prometiendo extender el imperio del equipo de la bebida energizante. Los dos lados de Red Bull se asemejan a los de la luna: el del brillo total que representa Max. Los logros, los aplausos y la felicidad al tope; y el lado de la oscuridad donde se encuentra un Checo perdido que lleva cada fin de semana desde Mónaco prometiendo mejores resultados en la Qualy que nunca llegan.
Esperemos que pronto mejore está situación del lado de su garaje para que pueda unirse con total tranquilidad a la celebración y no peligre su subcampeonato, pues Hamilton y Alonso le pisan los talones.
Próxima parada: ¡Una fiesta en el desierto: Catar! 🇶🇦
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