Twitter: @CarlosAVM_
Cuando el deporte es rock y el rock es deporte
Gracias al poder de las redes sociales, y por el fallo en la comunicación del Maratón rockandrolero, decidí de último momento acudir al escenario 5, que se ubicó en Avenida Universidad a escasos pasos de la unidad deportiva de la UABJO y frente a conocida plaza comercial. La cita, 6:30 de la tarde para disfrutar del show de Sultans of Beer, Hijo del Herrero y Señor Atómico (Quienes al final no se presentaron).
Luego de pelear por conseguir un taxi, llegué barriendo al lugar (o eso creía yo), todavía se estaban afinando detalles.
Casi media hora después de lo citado, los sultanes del buen modo y del metal fino, Sultans of Beer, subieron al escenario. Vaya mi sorpresa, si bien es cierto que Oaxaca es bien conocida por tener una escena underground metalera muy peculiar, Sultans sale del molde tradicional local, notas bien puestas, solos bien reconocibles y un estilo, desde lo visual hasta lo audiovisual, muy marcado.
Una dolencia de los proyectos musicales oaxaqueños, ha sido que no han sabido capitalizar un concepto y dejar su marca, cosa que Sultans sabe realizar al máximo, ya que no solo demuestran que se necesita tocar y componer bien, cuentan con un equipo de colaboradores, que graban, toman fotos y se encargan de otras actividades necesarias para el desarrollo de su proyecto y así se concentren solo en tocar y hacer gozar a su público. Otra característica de Sultans es que son 100% oaxaqueños y ya cuentan con una base de seguidores que se hicieron presentes.
Al escenario, luego de casi 45 minutos de show, subió la banda oaxaqueña Hijo del Herrero, quienes con mucho callo lograron encender los ánimos de los asistentes esa airosa tarde de marzo. Algo a recalcar de esta agrupación local, es que ya cuentan con una base solida de fanáticos que se hizo presente, cosa que en Oaxaca es poco común encontrar, la constancia y el buen trato a los asistentes.
Luego de un par de minutos, donde tuvieron que lidiar con fallas técnicas, lograron una presentación pulcra y que se desarrolló en un ambiente familiar, en palabras de ellos "lo siguen haciendo por el amor al rock". Entre canción y canción demostraban una y otra vez que su dominio del escenario es innato y lograron con poderosos riffs contagiar a todos.
Finalmente pasaron los Monnoz, "con doble n y z al final" quienes después de haber estado realizando una gira de medios muy importante, cosa que tambien es de reconocerse en esta escena, lograron con su rock alternativos contagiar a los asistentes que quedaban.
La asistencia bajó porque desafortunadamente el convoy de corredores más importante ya se encontraba en las inmediaciones del Polideportivo, con todo y todo lograron una presentación ante un nuevo público, que incluso generó comentarios como "que bueno que nos quedamos de este lado".
Sin duda alguna, el Rock and Roll Maratón México, está generando un espacio importante para propuestas independientes locales, solo hay que dar seguimiento y apoyar este tipo de iniciativas. Lo único malo es que de regreso no habían taxis, pero no es nada que no se cure con un par de horas de reposo jaja.